El quinto aniversario del concurso que reúne anualmente a las más avezadas duplas de catadores del momento ya conoce sus ganadores: Pierre Citerne, arqueólogo y escritor, y Didier Sánchez, artesano, ambos de origen galo, se alzaron a lo más alto del pódium de esta ya clásica cita, el Premio Vila Viniteca de Cata por parejas.
Un siempre hipnotizador escenario como la Casa Llotja del Mar de Barcelona se volvió a vestir de gala el pasado 25 de marzo para recibir de la mano de una de las voces más respetadas del panorama vinícola español, la de Quim Vila, a un total de 120 parejas con un objetivo común: superar las siempre concienzudas pruebas sensoriales que alberga una competición que a lo atractivo de poder disfrutar en primer persona de auténticas joyas enológicas une un aliciente económico de primera línea como recompensa a los ganadores.
La cita como era de esperar no defraudó y tras una primera criba en la que las siempre rigurosas anónimas botellas escondían nombres propios tan dispares como Mumm, Barbadillo, Château Mouton-Rothschild (sorprendente en su evolución), Alvaro Palacios o Dirk Nieeport, las diez mejores parejas clasificadas se enfrentaron a un desafío final de altos vuelos. Nada menos que ocho renombrados ejemplos de la vitivinicultura europea: el francés Egly Ourie, los españoles José Pariente, Monte Real, Espectacle y Valdespino, este último en versión amontillada, el alemán Keller y el italiano Antinori, fueron los escogidos para dilucidar el pódium de ganadores.
Un palmarés que como ya sucediera en pasadas ediciones adquiría tintes foráneos, siendo los hermanos bodegueros Pedro y Juan Diego Morales de León los que junto a la pareja formada por el sumiller Bruno Murciano y el viticultor David Sampedro se erigían en acompañantes de lujo del merecido dúo ganador, el conformado por Pierre Citerne y Didier Sánchez, quienes accedían de esta manera a los 20.000 euros con los que esta competición reconoce a sus vencedores.
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