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El último “grande” del Priorato se convirtió en protagonista de esta cata vertical, un paseo por sus dos hijos de lujo, Vall-Llach e Idus de Vall-Llach, de la mano de su alma máter, Salús Álvarez.
Celler Vall Llach se crea a principios de la década de los 90 por el cantante Lluís Llach y el notario Enric Costa en el municipio de Porrera, dentro de la D.O.Q. Priorat.Desde un principio se marcó una filosofía de trabajo basada el rigor y la calidad, apostando por unos rendimientos muy controlados en el viñedo, ajustando su capacidad de producción para no perder jamás el control de cada uno de los procesos de elaboración y manteniendo siempre el carácter único del Priorat en sus vinos.La primera vendimia del Celler se realizó en el año 1998, saliendo al mercado a finales del año 2000. Actualmente elaboran cuatro vinos: Vall Llach, Idus de Vall Llach i Embruix de Vall Llach y Aigua de Llum de Vall Llach.Con aproximadamente 44 hectáreas de viñedo, Celler Vall Llach se procura en propiedad y en arrendamiento una selección de fincas viejas magníficas, los llamados “Trossos”, que le aseguran un mosto exclusivo para sus colecciones, que se ven complementados con una cuidadosa compra de uva de fincas escogidas por su calidad y antigüedad dentro de los términos municipales de Porrera y Torroja.Por si fuera poco, Celler Vall Llach, rebaja la productividad de las cepas viejas, que difícilmente superan los 500 gramos, reduciéndola a unas cifras de entre 180 y 300 gramos. La mayor parte de la vendimia de los “Trossos” será la materia prima del vino que define la casa, Vall Llach.Por otro lado y con la finalidad de perfilar aún más la complejidad de sus vinos, Celler Vall Llach inicia, a principios de los años 90, la plantación de un conjunto de fincas con variedades que complementaran a la Garnacha y la Cariñena, tradicionales de los "Trossos". Para ello se emplean principalmente las variedades Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah. Las parcelas tienen la posibilidad de mecanización y racionalización del cultivo. Se controla también la productividad de sus cepas, procurando no sobrepasar los 800 - 1200 gramos, según la variedad. Estas nuevas plantaciones permiten la elaboración de su marca Embruix.La bodega se encuentra ubicada en la plaza más emblemática del pueblo, este nombre define la mayor y más vieja construcción privada de Porrera dedicada desde siempre a la elaboración del vino. Aquí, Celler Vall Llach instala todas las estructuras, materiales y maquinarias necesarias para la recepción y la elaboración de sus vinos. Cal Valdrich es la bodega propiamente dicha, una vieja y noble casona, reconstruida con sumo respeto a su historia y, al mismo tiempo, totalmente reestructurada para ponerla al servicio de un equilibrio ambiental, estético y climático inmejorable para el reposo y bienestar del vino en las botas. En este ámbito de extraños equilibrios, el único trastorno que se permite es el se produce a la llegada, una vez al año, de las nuevas botas de roble dedicadas a la elaboración de sus vinos. LOS VINOS VALL-LLACH, EL HIJO PRÓDIGOPrimer vino de la bodega, Celler Vall-Llach se situó desde sus origenes en lo más alto del podium que conforman las referencias de renombre en nuestro panorama vitivinícola. Elaborado en base a la selección de uva procedente de sus diferentes fincas en la elaboración de sus tres variedades, Cariñena (mayoritaria), Merlot y Cabernet Sauvignon, juega, además de la clásica vinificación tradicional en depósitos de acero inoxidable, un suplemento personal, casi artesanal, el traslado de la fermentación alcohólica a barricas de roble de 500 litros de capacidad, lo que confiere a este vino aún si cabe mayor complejidad. Una posterior crianza de 14 meses en barricas de roble de 225 litros, en las que el tostado nunca excede el grado medio, acaban ensamblando esta joya de nuestra vitivinicultura, uno de los invitados de lujo del siglo XXI. IDUS DE VALL-LLACH Concebido como segundo vino de la casa desde su primera añada, la 2001, y a pesar de haber nacido en tercer lugar, Idus de Vall-Llach se encuentra a medio camino tanto en lo que respecta a su elaboración, en la que además de la Cariñena, Melot y Cabernet Sauvignon juegan un papel cada vez menos secundario los “trossos” de Garnachas centenarias y Syrahs de nueva plantación, como de concepto, ya que a la búsqueda de modernidad añade un carácter mineral muy propio de estos terroirs. Con una crianza de 16 meses, Idus de Vall-Llach se beneficia de un porcentaje medio de barricas de segundo año que ensamblan a la perfección con el roble francés de primera utilización. LAS AÑADAS 2004, una vendimia sin sobresaltosEn la añada 2004, las uvas se caracterizaron por un excelente equilibrio, con excepcional madurez fenólica, elevada intensidad aromática y potente estructura tánica, principalmente debido a que una vez formada la uva, las condiciones para el crecimiento y maduración fueron excelentes: sol, calor y contraste térmico entre temperaturas diurnas y nocturnas. 2005, de la sequia a la tranquilidadLa 2005 ha sido una añada tranquila, marcada por la falta de lluvias, con un correcto estado sanitario, sin incidencias, con una buena maduración fenólica y una producción de granos pequeños y compactos. 2006, una añada complicada La añada 2006 se caracterizó por los contrastes. El invierno resultó frío y húmedo, con temperaturas que llegaron hasta los 7 º bajo cero. La primavera casi no existió a consecuencia del salto térmico espectacular que se produjo pasando de días fríos a mucho calor y sequía. En los meses de abril, mayo y junio se marcaron temperaturas record, que provocaron un rápido y acelerado crecimiento de los viñedos. El resultado, tras un Agosto moderado y un Septiembre benévolo fue una mesurada maduración de la uva, con predominio de granos pequeños, una presencia de azúcares bastante alta, buena madurez fenólica y una excepcional concentración. |
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